Decir y decirnos es la magia de las letras hechas mensajes. Darle forma a las emociones y revoluciones internas es controlarlas, impulsarlas y disolverlas.
La función social de la Literatura es meterse en la historia de la humanidad e hilvanar desde sus entrañas lo que fue sintiendo y aprendiendo con el tiempo.. Es sumarse a las batallas cotidianas y pregonar en versos y párrafos que la vida muchas veces duele, que el coraje se nutre en la confianza, que el hambre es menos duro si se comparte, que la injusticia siempre nace de corazones mediocres.
Literatura social es, también, la que escudriña lo cotidiano, que se cuela por la hendija de cualquier persiana y se instala en tu mesa; te invade, te conquista, se acurruca entre tus sábanas y te apapacha.
A esa Literatura es a la que apuesto. La rima y los temas que acompañan, que resuenan una y otra vez en la memoria; la que nace en los momentos simples y camina por la vereda; que susurra las costumbres, recuerda los valores y los motivos para seguir viviendo, proyecta energía para campear la vida en las tantas tierras que se transitan.
Esa literatura que tiene aroma casero y mucha paciencia, como la comida recién horneada; como el Guiso de lentejas que cada quien conoce con toda su ceremonia y su receta.
Cada página tiene sus propios ingredientes. El condimento lo pone quien lo lee. ¡Cuento con eso!
(Viviana Baldo)
Libro de poesía
Total de páginas: 62
Decir y decirnos es la magia de las letras hechas mensajes. Darle forma a las emociones y revoluciones internas es controlarlas, impulsarlas y disolverlas.
La función social de la Literatura es meterse en la historia de la humanidad e hilvanar desde sus entrañas lo que fue sintiendo y aprendiendo con el tiempo.. Es sumarse a las batallas cotidianas y pregonar en versos y párrafos que la vida muchas veces duele, que el coraje se nutre en la confianza, que el hambre es menos duro si se comparte, que la injusticia siempre nace de corazones mediocres.
Literatura social es, también, la que escudriña lo cotidiano, que se cuela por la hendija de cualquier persiana y se instala en tu mesa; te invade, te conquista, se acurruca entre tus sábanas y te apapacha.
A esa Literatura es a la que apuesto. La rima y los temas que acompañan, que resuenan una y otra vez en la memoria; la que nace en los momentos simples y camina por la vereda; que susurra las costumbres, recuerda los valores y los motivos para seguir viviendo, proyecta energía para campear la vida en las tantas tierras que se transitan.
Esa literatura que tiene aroma casero y mucha paciencia, como la comida recién horneada; como el Guiso de lentejas que cada quien conoce con toda su ceremonia y su receta.
Cada página tiene sus propios ingredientes. El condimento lo pone quien lo lee. ¡Cuento con eso!
(Viviana Baldo)
Libro de poesía
Total de páginas: 62