En la vida tuve maestros de tinta y tiza que me enseñaron las letras y sus historias. Maestros de renglones borroneados y rimas aprendidas de memoria. Y maestros de abrazos y sonrisas, que me dieron lecciones de vida, con ternura de hogar y gusto casero. Los que me sostuvieron la mano y me enseñaron a levantarme y seguir andando, a mirar de frente y seguir derecho, a juntar los sueños y luchar por ellos.
Esos maestros un día abrieron las puertas del alma y dejaron salir palabras...
Palabras que buscaron su rumbo, rodearon marchas nupciales y memorias añejadas.
Palabras que corrieron por allí, pidiendo permiso entre los arrabales de algún bandoneón lejano y colándonse en el estallido de un vibrato acompasado.
Palabras que hurtaron el sueño y sigilosas se impusieron en versos enamorados de nostálgicas despedidas.
¡Yo las junté! Y te las traje para que con ellas escribas una historia: tu historia.
Las traje para que me cuentes tu cuento; para que me hables de aquellas emociones que se juntaron en la esquina de tu vida y me digas, de una vez y para siempre, que la felicidad se quedó a tu lado, como lo hizo conmigo desde el día en que me atreví a volar.
(Viviana Baldo)
Prosa poética
Total de páginas: 74
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En la vida tuve maestros de tinta y tiza que me enseñaron las letras y sus historias. Maestros de renglones borroneados y rimas aprendidas de memoria. Y maestros de abrazos y sonrisas, que me dieron lecciones de vida, con ternura de hogar y gusto casero. Los que me sostuvieron la mano y me enseñaron a levantarme y seguir andando, a mirar de frente y seguir derecho, a juntar los sueños y luchar por ellos.
Esos maestros un día abrieron las puertas del alma y dejaron salir palabras...
Palabras que buscaron su rumbo, rodearon marchas nupciales y memorias añejadas.
Palabras que corrieron por allí, pidiendo permiso entre los arrabales de algún bandoneón lejano y colándonse en el estallido de un vibrato acompasado.
Palabras que hurtaron el sueño y sigilosas se impusieron en versos enamorados de nostálgicas despedidas.
¡Yo las junté! Y te las traje para que con ellas escribas una historia: tu historia.
Las traje para que me cuentes tu cuento; para que me hables de aquellas emociones que se juntaron en la esquina de tu vida y me digas, de una vez y para siempre, que la felicidad se quedó a tu lado, como lo hizo conmigo desde el día en que me atreví a volar.
(Viviana Baldo)
Prosa poética
Total de páginas: 74